Su uso. Los golpes. Practical Flogging


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Para este breve desarrollo del uso del latigo clasico en el BDSM, usaremos como base el que personalmente mas habitualmente manejo: un latigo medio, un vaquerizo de 1,70 metros.

Equivale a una linea de golpe de 2,70, que precisaria un diametro libre de unos 5,50 metros (salvo para Indiana Jones y otros portentos, que por otra parte ni punetera idea sobre que es lo que buscarian en una relacion BDSM). Se trata de una version confeccionada segun los tuaregs de las estribaciones del Atlas para su uso con las recuas de camellos.

El que yo utilizo, en vez de ser confeccionado con piel de camella, se realizo en piel de buey, trenzado a mano y rematado con un hilo grueso de unos 10 centimetros de largo, en forma de lazo y terminado en un pequeno nudo deshilachado de igual material, que actua de tralla, triza (crack o poper). Es semirrigido al principio y en la zona que se usa como mango, perdiendo rigidez y ganando flexibilidad desde la mitad hacia la punta, como suele ser tipico en estos latigos de ganado, en los que un mango rigido y de madera, por ejemplo, estorbaria a los jinetes sobre monturas.

En primer lugar, olvidemos el estilo “Arca Perdida”. Para enrollar sobre si mismo y soltar un latigo de golpe, sin arquear el brazo, aparte de un latigo tipo serpiente, se precisa de una cierta habilidad y practica.

El latigo se coge con soltura, sin agarrotamientos, con la mano firme pero la muneca y el antebrazo distendidos, el indice alargado apoyado sobre la empunadura, pendiendo el latigo hacia abajo, lo que hara que gracias a la curvatura que naturalmente presenta su primera parte mas gruesa, arrastre unos centimetros por el suelo, pero no excesivamente. Si es mas largo o carece de mango, puede llevarse enrollado sobre si mismo, con el indice sujetando el cuerpo por debajo, y el pulgar extendido contrabalanceando por arriba, sobre el lomo del mango.

En todo caso, la muneca y el antebrazo permanecen relajados, sin agarrotamientos, pero listos para la explosion que constituye el lanzamiento de un latigo.

Retrocedemos levemente el brazo, aproximadamente en un angulo de 25 grados respecto a la linea formada por el cuerpo erguido, lo avanzamos serenamente y antes de llegar a la horizontalidad, la muneca se flexiona bruscamente hacia atras y con ello lo retrotraemos rapidamente, y el latigo avanza al lado contrario, hacia adelante a toda velocidad. Repetiremos esto tantas veces (cientos) como sea necesario para familiarizarnos con su dinamica y en algun momento este ondulara correctamente y se oira el chasquido, en el caso de que se trate de un latigo preparado para ello (ojo, no todos lo estan: si carece de azotera y triza, no restallara eficazmente).

Tambien podemos probar el trazo largo: extendemos todo lo que podemos el brazo lanzador hacia atras, siempre que tengamos espacio para ello (atencion a posibles voyeurs inesperados) y lanzamos el latigo con un amplio movimiento lateral y elevado.

Asimismo, si queremos fustigar de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, cadenciosamente, otro metodo es iniciar el golpe con el brazo elevado y ligeramente por encima del hombro derecho (diestros, naturalmente), echarlo hacia atras, golpear llevando el brazo hacia adelante y girandolo como si se envolviese el propio cuerpo hacia la izquierda, para parar suavemente a la altura del hombro izquierdo, dejando que el latigo se remanse detras del propio cuerpo (cuidado en las pruebas iniciales para no autofustigarse) y con la misma inercia del movimiento, volver sobre si mismo hasta la postura inicial, produciendose un efecto de ida y vuelta, que por ejemplo conseguiria las marcas que suelen llamarse “de raspa”, porque se parecen a la forma en que se dibuja la raspa de un pescado.

Luego, en la flagelacion erotica, seria conveniente experimentar con tres cosas:

  • La variacion en la intensidad: evita que la sesion se vuelva monotona y predecible para la sumisa. El latigo es el instrumento que mejor puede pasar de 0 a 100 y al contrario. Aprovechemos ese recurso.
  • La alternancia de direccion (derecha a izquierda) y de lugar para el latigazo: puede evitar que la sumisa se adentre con demasiada rapidez en el placer de la fustigacion y sus componentes de sexualidad.
  • La fustigacion cadenciosa, siguiendo un ritmo que contribuya a crear cierta magia hipnotica.

Aqui debemos recordar el uso natural de todo latigo, cuando se concibieron: a/ enrollandolo ligeramente, empujar al ganado con la parte semirrigida y curvada por efecto del enrollamiento.

b. suelto, golpear brevemente en partes sensibles, como los hocicos, como medio de intimidacion .

c. con el brazo muy extendido durante su vuelo, golpear fuertemente a un animal rebelde o fuera de control en lomo o patas traseras.

d. al restallarlo, hacer que el ganado, asustado por el repentino sonido silbante, vaya en una u otra direccion.

Exactamente son los mismos usos que podemos emplear, simbolicamente algunos, durante una sesion, ademas de su utilizacion como rozador o estimulador sexual: dado que el latigo a menudo tiene un triple trenzado, su aspecto y textura es similar al cuerpo escamoso de un reptil, y los cantos del cuero, producen un efecto muy especial sobre la piel, al dejarse deslizar sobre ella. Si se usa el lomo o el mango para masturbar a una sumisa, y esta tarda algun tiempo en llegar al orgasmo, la zona quedara ligeramente enrojecida e incluso escoriada. No olvidemos luego la limpieza profunda de forma adecuada del latigo, aunque el uso haya sido unicamente interlabial y no intravaginal.

Los golpes

Podemos partir de tres golpes basicos: el trazo largo, el golpe seco y en punta, y el “envolvente”.

  • Para el primero, el cuerpo y el brazo acompana con suavidad el arco que describe el latigo, y el cuerpo de la sumisa recibe la totalidad del final o tralla, y una parte mas o menos larga del cuerpo de piel. Las marcas pueden llegar hasta los 60 cm. de largo, en la espalda, y es aconsejable golpear de forma diagonal.
  • Para el segundo, el brazo apenas se separa del cuerpo, y la mano retrocede ligeramente cuando ha “soltado” el cuero. Es muy cinematografico, y es el que se usa, por ejemplo, para arrancar las pinzas colocadas en un pezon, sin tocar a este ni al seno que lo sustenta. Puede ir o no acompanado del efecto sonico que se produce cuando la tralla final rompe la barrera del sonido (a veces, la duplica). Si el latigo es un tres metros, la tecnica cambia y el brazo describe un arco corto, muy por encima de la cabeza. Es en todo caso una practica reservada exclusivamente a Dominantes expertos y a sumisas con absoluta sangre fria o absolutamente inmovilizadas en bondage.
  • En el tercero, el que mayor efecto sensorial produce, la parte final del latigo golpea la zona posterior de la sumisa, mientras que el cuero golpea la delantera. Pese a que tecnicamente el golpe mas fuerte se recibe en la frontal, la sumisa experimentara una mayor sensacion de dolor o quemazon en la parte trasera de la zona expuesta, y tambien alli la marca sera mayor, por efecto de la propia dinamica del latigo. Esta forma, el envolvimiento, debe dejarse solo para su ejecucion por dominantes con amplia experiencia. La velocidad a la que puede llegar la triza final, es de varias veces la del sonido, y por tanto la posibilidad de romper la piel, absolutamente cierta.




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